Qué es el Ozono y por qué es tan milagroso?
El ozono (O3) es la forma triatómica del Oxígeno (O2), y está formado por iones negativos.
Es la forma más activa del oxígeno, capaz de destruir virus, bacterias, parásitos, priores, hongos, mohos, esporas y otros muchos contaminantes por oxidación en pocos segundos. Una de las ventajas del ozono es su rapidez, puesto que dada su alta reactivada actúa de forma casi instantánea.
El ozono es muy inestable y enseguida se convierte en oxígeno cuando el ión negativo reacciona con algún contaminante o patógeno, que siempre tienen carga positiva.
El Ozono es 3000 veces más efectivo que el cloro en la desinfección del agua, y mucho más seguro. Además, al contrario que el cloro, un potente carcinógeno, no presenta ninguna toxicidad, descomponiéndose en oxígeno y agua una vez realizado su trabajo.
El ozono oxida toda clase de toxinas, además de provocar la muerte por oxidación de los microorganismos patógenos, el ozono estimula el sistema inmunológico y la circulación sanguínea a la vez que oxigena el cuerpo. También mejora la función cerebral y la memoria, puesto que el cerebro usa alrededor del 15% del oxígeno del cuerpo.
Ahora, con una pequeña inversión, podemos beneficiarnos en nuestra propia casa de los efectos del ozono, gracias a un aparato de pequeñas dimensiones, el «Ozonificador» que genera Ozono a partir del oxígeno del aire, que contiene alrededor de un 20% de oxígeno. El interior del aparato alberga una lámpara de rayos ultravioletas que convierte el oxígeno del aire en ozono.
El Ozonificador portátil es la alternativa a las aparatosas (y costosas) bombonas de oxígeno que se utilizan en los hospitales y centros de ozonoterapia para producir ozono. En tratamientos médicos donde se inyecta el ozono en el cuerpo, resulta primordial controlar con precisión la cantidad de ozono generada para aplicar la dosis correcta, y por ello se necesitan aparatos más sofisticados.
Precauciones
No utilizar de forma continua más de 30 minutos.